RoLa

sábado, julio 16, 2005



Repudio total a Atentados:

A 55 se elevan las víctimas del último atentado terrorista, que esta vez azotó a Inglaterra.
Qué lamentable que algunas personas quieran justificar la muerte y dolor de inocentes a través del odio que sienten, o de un llamado a hacer justicia por su propia mano.
Qué triste que la intención de hacer justicia no nos lleve a construir un mundo en donde reine el amor, quizá aún no entendemos la justica que Dios realmente quiere, quizá aún no entendemos el verdadero amor, que busca el bien del otro y no su muerte y destrucción.

En una declaración reciente Tony Blair (primer ministro británico) dijo:
"Debemos terminar de una vez con esta lógica malvada detrás de los atacantes, que dicen luchar por las causas de Palestina, Irak o Afganistán. Por qué si es la causa de los musulmanes las que les preocupa a los terroristas, asesinan de forma espantosa a tantos inocentes?",

Completamente de acuerdo con su preocupación; la pregunta parece no tener respuesta, pues NO HAY justificación para estos atentados.

Pero agregaría:
"Debemos terminar de una vez con esta lógica malvada detrás de los atacantes, que dicen luchar por las causas del mundo (USA y UK). Por qué si es la causa de la libertad y la paz mundial la que les preocupa a los terroristas, asesinan de forma espantosa a tantos inocentes en Irak y Afganistán?",

Alguien decía que la ignorancia tiene cura, la idiotez no.
Cada vez le encuentro más razón.

No es posible entender por qué algunos creen que los inocentes sólo viven en algunos países del mundo. NO SEÑORES, en todas partes hay inocentes, pues Dios nos hizo a TODOS iguales, y así como debemos llorar a nuestros hermanos ingleses, estadounidenses y españoles muertos en atentados terroristas, también debemos llorar por nuestros hermanos en todos los países violentados.

Dios nos hizo iguales a todos, TODOS fuimos creados a su imagen y semejanza. Y aunque estemos en un mundo que crea que Dios ya no le es necesario, al menos TODOS deberían reconocer el valor de su prójimo sin importar su religión o donde nació.