¿Cuál era el secreto de la Montaña?

Mucho se ha hablado de esta película, así que me gustaría comentarla.

Trata de una pareja de vaqueros contratados para cuidar ovejas en un lugar alejado e inóspito. Bajo estas circunstancias, la soledad y dureza de las circunstancias traen consecuencias en el actuar de los protagonistas.

Uno de ellos, Jack Twist, en realidad siempre manifestó una extraña inclinación. En cambio el otro, Ennis del Mar, pronto a casarse, parecía ser el típico rudo vaquero al que tanta película gringa nos tiene acostumbrados. Los problemas comienzan cuando Ennis cede a las insinuaciones de Jack. De ahí en adelante surge un romance que enlazará de por vida a los protagonistas. Ni siquiera el matrimonio ni los hijos que ambos tiene les hacen olvidar esta relación.

A pesar de lo común que tienen entre sí ambos personajes, lo que les distingue es la forma de enfrentar su condición homosexual. Para Jack se ve más como una necesidad física de estar con alguien del mismo sexo, lo que se refleja en su promiscuidad en aquellas épocas en que no está con el otro vaquero.

En cambio para Ennis, es una atracción y cariño específico hacia Jack lo que lo lleva a la homosexualidad. Y es quizá este el argumento más potente de la película que complica la vida de todos aquellos que buscamos argumentos para cuestionar la homosexualidad. En este sentido, Ennis mantuvo a lo largo de toda la película un vínculo emocional con Jack tan fuerte, que sumado a la imposibilidad que veía de hacer una vida juntos, terminó destruyendo su propia vida.

¿Qué decimos entonces como sociedad, y como iglesia de este tipo de compromiso? ¿Cuál es nuestra respuesta a personas que pretenden establecer un vínculo estable hacia una pareja del mismo sexo, que va más allá incluso del contacto sexual, sino que involucra principalmente sus sentimientos?

No creo que esta película sea la última palabra, creo que abre el paso a un debate que se viene generando hace rato. Lo que debemos reflexionar como cristianos, es que para enfrentarlo deberemos tener más argumentos que asociar la homosexualidad con promiscuidad.

Eso no más... y como dato freak... pensé en ir a ver la película con algún amigo... pero al final y para evitar suspicacias, fui a verla sólo con mujeres.