En Chile las mujeres se tomaron el poder




Ayer fue un amanecer distinto para las mujeres del país. Quizá muchas se miraron al espejo de manera distinta. La dueña de casa se dedicó a sus quehaceres también de manera distinta. La ejecutiva trabajó de manera distinta.

Aunque personalmente creo que el hecho de que haya una mujer presidenta no significa un cambio de fondo, sino que a pesar de ser un hecho tremendamente simbólico no va pasar más allá, pues lamentablemente estamos en una sociedad que seguirá discriminando a la mujer, salvo que juntos hagamos algo al respecto.

Como nos dice el sociólogo M.A.Garretón en "La sociedad en que vivi(re)mos", vivimos en una sociedad que promueve al hombre y a la madre, pero ha quedado con una tremenda deuda con el padre y la mujer. Claro, la discriminación no la sufren sólo las mujeres. También nosotros como padres somos discriminados... pero la medida de la discriminación no es comparable. Es cierto, las mujeres han sufrido mucho, aunque de todas formas respecto del hombre como padre hay mucho trabajo por hacer.

Por el lado de la mujer como tal, ella hoy sufre la discriminación en distintas áreas y no se le permite su desarrollo en la sociedad ni se le retribuye por su labor como se haría con un hombre, y eso hay que cambiarlo.

Insisito en que el hecho de que una mujer ocupe la primera magistratura del país es histórico, pero más que cerrar una etapa de discriminación hacia la mujer marca el inicio de una nueva etapa en que deberemos replantearnos como sociedad, como familia, como empresas, como iglesias, cuál es el lugar en la sociedad para el hombre y para la mujer, para el padre y para la madre. Espero que avancemos rápido hacia sendas de mayor igualdad.

Así como Michelle nos invitó a "recorrer juntos un tramo más de esta gran Alameda de libertad que hemos venido abriendo", ya era tiempo que se abriera también para ellas. Pero es sólo el inicio de un largo camino. Esforcémonos por no estancarnos en el intento.